Cuando una persona quiere hablar, no hay mordaza capaz de detener la verborrea, sobre todo si la ha estado conteniendo durante setenta años. Doña Sofía quería hablar y habló, digo lo que pensaba y nosotros no sospechábamos. La imaginábamos distinta, distante, perfecta, profesional detrás de una sonrisa perenne.
Tras leer el último libro de Pilar Urbano, me pregunto si no sería mejor para todos una República. Don Juan Carlos y su familia podrían presentarse a las elecciones y animar la campaña electoral con sus declaraciones. Lo que no creo es que con ideas como las de doña Sofía ganaran las elecciones.