Se acaban los puentes y los acueductos en esta España nuestra. Ahora serán una suma de jueves santo al lunes sin santificar y un día de Reyes añadido al día de Año Nuevo. No sé si es peor el remedio o la enfermedad. Los que tenían acueducto se quedan sin él y los que teníamos días alternos gozaremos de unas minivacaciones de estar en casa enchufados a la caja tonta.
Los más favorecidos por la medida serán los capitalistas de los hoteles. Creo que ya están aplaudiendo. Echaron cuentas y les sale un incremento del público objetivo para sus estancias de fin de semana alargado. Felicidades.