La resaca de las municipales

Estas últimas elecciones municipales no han dejado grandes disgustos entre el personal, si exceptuamos Madrid ayuntamiento y Madrid Comunidad Autónoma, donde aparecen dos claros perdedores que no pueden tapar la derrota. Todos están contentos. En el PP porque ganaron en número de votos y en el PSOE porque tienen más concejales que nunca. Hasta los nacionalistas están contentos por los pactos que se avecinan. ¿Y qué decir de los batasunos de ANV? Esos aplauden con las orejas gracias a la inestimable ayuda que les proporcionó el señor Zapatero permitiéndoles presentarse en los sitios donde iban a ser votados y alejándolos de otros sitios donde no iban a obtener apoyos por parte de los ciudadanos.

Pero el PP está contento y, si don Mariano sonríe, es que España va bien. ¿Qué pierden Navarra? ¿Qué importa? Él ha ganado las primarias oficiosas y, de aquí a las generales, le quedan unos meses para soñar con la alegría de entrar en la Moncloa de Presidente. Debería dejar de soñar el señor Rajoy y mirar los datos con objetividad. El PP ha perdido concejales, diputados autonómicos y, en consecuencia, poder. Ha ganado elecciones en minoría en muchos ayuntamientos, pero no gobiernos. Ha perdido la mayoría en Navarra y en Baleares. ¿Qué han arrasado doña Esperanza y don Alberto en Madrid? ¿Y qué? Unas elecciones al señor Sebastián se las ganaría cualquiera.

El señor Rajoy debe pensar que dentro de unos meses no le va a disputar la Presidencia del Gobierno del Reino de España a un don Miguel sino a un don José Luis. Y ZP no sabe nada de listas más votadas. Como no gane el PP por mayoría absoluta, el señor Zapatero formará gobierno con el "todos contra el PP" bendecido hasta por el Jefe del Estado que ya nos ha dicho "off de record" que "hay que intentar" un proceso de paz como el de Irlanda aunque no sea equiparable con nuestro problema del norte.

Yo no encuentro motivos para los saltos de alegría que daban la noche del 27 de mayo en el balcón de Génova 13. Debe ser que no soy tan optimista como el señor Rajoy.

Losada pierde la mayoría absoluta de Vázquez

Una vez contados y recontados los votos a las elecciones municipales podemos decir que las mayorías absolutas no están de moda, sobre todo en La Coruña y alrededores. El señor Losada perdió la mayoría absoluta del señor Vázquez en su primer encuentro con las urnas como candidato a alcalde. Estaba cantado, por mucho que la cadena Ser sacara una encuesta durante la campaña electoral prometiéndole una nueva mayoría al PSOE coruñés, en la calle se palpaba que el descontento con la gestión socialista iba a pasarle factura a este alcalde que no convencía ni a propios ni a extraños.

¿Hubiera sido posible el milagro de una nueva mayoría con el ex alcalde de número uno en la lista? Dicen que los milagros existen, pero en cuanto a resultados electorales yo no me atrevo a predecirlos. El señor Vázquez llevaba veintitrés largos años al frente de la alcaldía coruñesa y el poder desgasta; cuántos más años está una persona en un cargo más abundan los errores y escasean los aciertos. Era lo que le ocurría a don Francisco estos últimos años: que andaba sobrado de errores. Su sucesor siguió cometiendo los mismos errores de gestión, quiso desmarcarse del estilo Paco Vázquez pero no ganó el voto de izquierda que se volvió a llevar el Bloque de calle, y perdió el voto prestado por la derecha que recuperó un desconocido señor Negreira.

¿Y ahora qué? Con once concejales no sé lo que hará el señor Losada. Supongo que pactar con el Bloque del señor Tello y dejarle mandar porque el nacionalismo sólo llega a acuerdos cuando se le deja gobernar como hace el Presidente Touriño con el todopoderoso Vicepresidente Quintana. Lo que sí sé es que yo en el sitio del alcalde no regalaría el bastón de mando. Es la lista más votada, que gobierne él. ¿Qué necesita apoyo para sacar los presupuestos municipales adelante? Pues es ahí donde tiene que negociar, pero con toda la oposición, y teniendo en cuenta que PP y BNG no van a plantearle una moción de censura conjunta, el señor Losada tiene las manos libres para gobernar sin excesivas ataduras ni con unos ni con otros. Una alianza PSOE-Bloque me parece que sería la peor opción para una ciudad como La Coruña, teniendo en cuenta el nacionalismo centralista que caracteriza a la formación nacionalista.

Asistencia obligatoria a la mesa electoral

 En España nadie es obligado a prestar un servicio militar o civil, pero sí nos obligan a sentarnos en una mesa electoral si la bolita del sorteo se ha enamorado por azar de nuestro nombre. Lo único que puedes hacer para escaparte del trabajo forzoso es encontrar una excusa que les guste a los responsables de la cosa. Lo que sea, una boda o primera comunión a la que tienes que asistir, el cuidado de niños o ancianos, una gripe que te asalta y certifica un médico...

 

  ¿Por qué es obligatoria la asistencia a una mesa electoral? ¿No llegarían los voluntarios pagados  para contar papeletas y atender a los votantes?

 

 Según el artículo 35 de nuestra Constitución "todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio". En cambio, no nos permiten elegir atender una mesa electoral o no atenderla. Es más, nos obligan. Incluso se atreven nuestros políticos-legisladores a enviarnos a la cárcel si no acudimos. ¿Se imaginan que el jefe nos metiera en el cuarto oscuro por no ir a trabajar un día? ¿O que pudiera pedir una pena de prisión para un empleado que no acude a su puesto de trabajo?

 

 No se iba a acabar el mundo ni el país porque nos modernizáramos un poco y se acudiera al mercado laboral a contratar personal para atender toda la parafernalia electoral. Saldríamos ganando todos: como ciudadanos-votantes estaríamos mejor atendidos y como ciudadanos-personas seríamos más libres.

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Un violador en la calle

 Los 65 años de prisión a que fue condenado en su día el violador Alejandro Martínez Singul quedaron en 16 años. El pasado domingo pusieron en la calle al segundo violador del Eixample, pese a que los psicólogos del centro penitenciario dicen que no está rehabilitado. Parece que a los jueces no les importa que este individuo vuelva a violar a cualquier mujer que se encuentre en su camino, sino no se explican los beneficios penitenciarios que dejaron los 65 años de condena en 16.

 

 Los políticos, encabezados por el Presidente feminista, también están a otra cosa. Mucha preocupación por la ley de la paridad, pero ¿y la ley de la seguridad? No la contemplan, seguramente porque todas las diputadas y ministras, con sus escoltas tras la espalda, se sienten a salvo del violador que se pasea por las calles de Barcelona con sus 41 juveniles años. Tiene edad el muchacho para volver a las andadas; crucemos los dedos para que nada pase.

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1933 años para el anestesista Maeso

 Tenía el doctor Maeso poco de doctor y mucho de villano y los sabían sus compañeros de profesión y de trabajo, pero se impuso la ley del silencio y callaron. El anestesista siguió probando drogas y anestesiando a los pacientes, que sin saberlo, en vez de estar en el quirófano estaban en el club de la jeringuilla compartida.

 

 Es un caso tremendo el del tal Maeso, tremendo porque el individuo de la bata era asquerosillo hasta en el quirófano, y tremendo también porque médicos y enfermeras que conocían sus debilidades nada hicieron para salvar a los pacientes de sus garras asesinas. ¿Y se acordó la Justicia de pedirles cuentas a los encubridores del anestesista? No. Por lo menos deberían darnos una lista con sus nombres para que huyamos de ellos por si están encubriendo a otro portador de jeringuillas envenenadas con hepatitis C.

 

 Los médicos, como los jueces, parecen sacados del bombo de la lotería por una mano inocente. Puedes alabarlos o maldecirlos según el que te haya tocado en el sorteo. A los pacientes del individuo Maeso les tocó uno para acordarse de él durante los veinte años de cárcel que no va a cumplir y los 1933 que le sumaron en una suma que promete mucha resta.

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El primer viaje del Papa a América Latina

El Papa Ratzinger acaba de realizar el primer viaje de su pontificado a América Latina. En Brasil, el país con mayor número de católicos en términos absolutos, sus palabras me decepcionaron. No sé cuántos católicos brasileños regresarán algún día a la Santa Madre Iglesia dejando las "sectas protestantes" que los han tentado. Yo, tras oír al Papa hablando de castidad en un país en el que hay que hablar de preservativos y echarle una bronca a los hombres que no se hacen cargo de la manutención de sus hijos, sólo puedo decir aquello de "creo en Dios, pero no en los curas".

Su Santidad debería abrir cualquier periódico de cualquier país y leer los anuncios por palabras. Después de leer tres páginas, en cualquier diario, de mercadeo sexo ¿se atrevería a hablar de castidad posible?... ¿Quién cree que acude al coito de pago? ¿Hombres solteros? Los menos. El mayor porcentaje de clientes de la prostitución son hombres casados. ¿Les decimos que no utilicen el preservativo? ¿Le decimos a sus sufridoras esposas que no le exijan al marido un acto sexual con preservativo? ¿Apostamos por la prevención, y por tanto por la vida, o por la muerte, la enfermedad y el sida?

Los tiempos han cambiado. Hablar de castidad como método antisida es como hablar de una aspirina para curar una pierna rota. No quiero decir que el Papa se abstenga de alabar la castidad, simplemente digo que, en este mundo nuestro, la castidad es una utopía.

¿Y por qué no tuvo el Papa Ratzinger unas palabras de severa condena para los hombres irresponsables que abandonan a sus hijos en América Latina? ¿No será que don Benedicto sigue viendonos a las mujeres como unas Evas que tentamos a los Adanes de hoy con nuestra lujuria?

Se le vacían las iglesias al Papa. No me extraña. En los templos católicos faltan líderes que atraigan a las masas con un discurso. Las homilías nunca tocan el pecado, hablan de una familia tradicional que es cada vez más minoritaria. ¿Cuántos matrimonios duran hasta que la muerte separa a los contrayentes? Poquísimos. Vivimos a golpe de amor y, afortunadamente, las mujeres ya no aguantamos maridos que no valen la pena. He aquí otro tema en el que no se moja la jerarquía eclesiástica: la violencia doméstica. El Papa debería condenar explícitamente los malos tratos, insistir en la condena, repetir hasta la saciedad que en un matrimonio cristiano no puede haber un señor pegando a una señora y viceversa. No lo hace; debe ser por eso del perdón ilimitado.

Tampoco nunca habla Su Santidad de prácticas tan crueles como la ablación del clítoris que se practica en los países musulmanes y africanos. ¿No quiere problemas con el Islam? Pues mejor tenerlos por una causa justa que por una conferencia en Bratisbona sobre la Fe y la razón.

El viaje del Papa Ratzinger a Brasil fue más de lo mismo: cuidado con el neoliberalismo, horror ante el comunismo y temor a la Teoría de la Liberación. Ah... y sean ustedes castos.

Un piso por votar PSOE en Espera

En Espera (Cádiz) están de enhorabuena. Al menos uno de los asistentes a los mítines del PSOE saldrá con las llaves de un piso en el bolsillo. Lo único que tienen que hacer es oír los discursos, aplaudir con ganas y no perder el ticket de la suerte que le entregarán en la puerta.

Facilísimo. Por una vivienda en propiedad perpetua, a esos mítines se apuntan hasta los simpatizantes del PP; y a introducir en la urna la papeleta del puño y la rosa también se apuntan. Los únicos que no pasarán por la ventanilla del reparto de boletos premiados con piso serán el candidato a la alcaldía de Espera por el Partido Popular, algún rico del lugar que esté sobrado de pisos y algún pobre con honor aspirante a la canonización por voluntad propia. Los demás van todos a buscar el boleto.

Yo le recomiendo al señor Chaves que envíe a Espera a todos los servicios sanitarios de Andalucía. Habrá peleas por los dichosos tickets. ZP también debería enviar a las fuerzas de seguridad del Estado para evitar heridos entre las masas atraídas por la lotería del piso.

Debemos tomarlo con calma. La lotería siempre le toca a alguien. Cuando ZP y los suyos extiendan la lotería del piso a toda España, en La Coruña los alcaldes no malgastarán el dinero público en hacernos ascensores averiados para subirnos al monte de San Pedro, lo invertirán en pisos destinados al sorteo.

¿Habría ganado Sarkozy en España?

Viendo anoche el triunfo del señor Sarkozy en las elecciones a la Presidencia de la República francesa me pregunté si habría ganado unas elecciones generales en España. Olvidémonos del señor Rajoy (que no aguanta una comparación con el líder de la derecha francesa) e imaginemos un duelo en las urnas entre el señor Zapatero y don Nicolas.

El señor Sarkozy trataría de ganar votantes diciendo que cerraba las puertas a la inmigración irregular, ZP hablaría de una regularización de inmigrantes irregulares; el señor Sarkozy seleccionaría trabajadores extranjeros más cualificados, ZP le pediría al ministro Caldera que dijera en algún viaje a África que en España se necesita más mano de obra inmigrante; el señor Sarkozy prometería a sus potenciales votantes más seguridad ciudadana, el señor Zapatero hablaría de temas más universales como la Alianza de Civilizaciones o la paz;...

Supongo que, igual que don Mariano, don Nicolas tendría que enfrentarse a un "todos contra el PP". Si no ganará por mayoría absoluta no podría gobernar. ¿Y si hubiera en España, como en Francia, una segunda vuelta que permitiera a los electores decidir entre los dos candidatos más votados?... ¿Ganaría Sarkozy?... ¿Elegiríamos los españoles a Sarkozy o a Zapatero?... ¿Elegiríamos al señor Rajoy o a ZP?... Vengamos más hacía casa: ¿le habría ganado el señor Touriño en una segunda vuelta al señor Fraga la Presidencia de la Xunta de Galicia?...

No soy adivina. Los votantes somos impredecibles, pero si me dejarán elegir, hoy quisiera ser francesa. Quisiera serlo aunque hubiera ganado la señora Royal, porque los franceses han tenido la oportunidad de elegir directamente a su Presidente. ¿Qué la suma de escaños es legal? Por supuesto. Pero prefiero elegir yo directamente al Presidente, en la mínima parte que me corresponde como votante, a que unos señores políticos hagan las cuentas de la vieja con mi voto.

La Pantoja detenida y el Pueblo entretenido

 La operación Malaya es el cuento de nunca acabar porque tiene más personajes que historia.  En Marbella el delito se mide por kilo de cemento bien pagado, igual que en el resto de los ayuntamientos españoles, pero allí hay culebrón rosa y artisteo lo que le da a la cosa de las comisiones urbanísticas un aire de pandereta folclórica que nos hace olvidarnos de los desastres que cocina el señor Zapatero en la Móncloa.

 

 ¿A quién le importa que el asesino De Juana se pasee por San Sebastián gracias a un médico benévolo y al Presidente que le alivió la condena? Desde luego no a la gran audiencia que estos días alimentará el share, ya siempre bien alimentado, de los programas del corazón negro. Los españoles nos pegaremos a la pantalla para ver si la señora Pantoja llora por ella o por el marinero de sombras que tiene en prisión, miraremos con placer como cae otra torre (nos encantan las torres caídas) y asistiremos a los juicios paralelos de los pseudoperiodistas de la temática rosa. Ni siquiera será necesario conectar con el "tomate" para ver a doña Isabel, la tendremos en los informativos. No, los alérgicos a las salsas rosas tampoco nos salvaremos de los lloros folclóricos.

 

 Entre faralaes, comisiones, cuadros de Miró (¡pobre Miró!) que adornan cuartos de baño y billetes de quinientos escondidos en los armarios de las mansiones ya tenemos al Pueblo entretenido. La vivienda está por las nubes, pero los que tienen grandes casas acaban en la cárcel. Quien no se consuele es porque no quiere.

 

 

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