El café de ZP

 Los ricos no saben el precio del café, ni del pan, ni de ninguno de los alimentos básicos. Desconocen los precios, porque ni hacen la compra ni sufren escasez económica.

 

 ¿Y cómo se llega a ese estado de gracia? Por herencia, por pelotazos y dicen que también por trabajo honrado. Esto último lo dudo. Lo que sí empiezo a creer es que se llega a la despreocupación por la inflación escalando la montaña de la política hasta la cima. Ningún Presidente salido de la Móncloa ha regresado al trabajo que desempeñaba antes de que los ciudadanos con nuestros votos los hiciéramos nuevos ricos. El resto de los políticos con altos cargos, (entiéndanse Ministros, Presidentes de Comunidades Autónomas, Conselleiros y Consejeros, Alcaldes, etc) tampoco han vuelto a sus anteriores ocupaciones, exceptuando al señor Anguita que volvió a las aulas de un instituto de Córdoba antes de jubilarse, y ahora aprovecha la jubilación dando conferencias y escribiendo libros.

 

 El señor Zapatero nos demostró ayer que ha entrado en el club de los nuevos ricos: no sabe cuánto cuesta un café. ¿Ochenta céntimos? Que me diga cual es la cafetería donde sirven el sabroso líquido a ese precio. Aunque sea en Madrid, la información me sería valiosa para cuando tenga a bien pasarme por la Villa y Corte.

 

 

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Otegi, nevadas, jueces y fiscales

 La Justicia en este país en un cachondeo total. Entre jueces que dictan sentencias que sólo entienden ellos, fiscales que hacen lo que ordena y manda el Gobierno de turno y acusados que juegan a no me pillas porque soy quien me dejan ser, no hay quien crea en esta cosa de la señora de las balanzas. Con razón representan a la dama con dos platillos: uno para las víctimas y otro para los presuntos nada presuntos culpables del delito.

 

 El platillo de los presuntos delincuentes por terrorismo se inclinó ayer miércoles hacía la comprensión del delito. Primero van a buscar al "atrapado" en la nevada, después lo sueltan porque el fiscal que acusaba dejó de acusar al ver al señor Otegi ante sí. ¿Y no pudo el fiscal retirar la acusación antes de que el Estado le brindara a este hombre enemigo de las libertades un viaje a Madrid en avión gratis a costa del bolsillo de los ciudadanos? ¿O es que el señor Zapatero no dio la orden a tiempo?

 

 Todos sabemos que ZP está en el proceso de paz, roto pero proceso. Nada esperamos de la Fiscalía. Después del paripé de ayer, lo menos que podemos pedirle al señor Zapatero y a sus fiscales es economía de medios. Si quiere ZP traer al señor Otegi a Madrid de turista, que pague el avión de su bolsillo.

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La larga sombra de la guerra de Irak

 ¿Qué tendrá la guerra de Irak que no tengan otras guerras? ¿Una fotos de tres señores en las Azores?... La famosa instantánea no me parece un hecho que diferencie a la guerra de Irak de la guerra de Afganistán.

 

 Ambas contiendas se me antojan absurdas. ¿Qué hace Occidente llevando la democracia a unos Pueblos que meten a su Dios en las leyes y no conciben un Gobierno terrenal sin el Todopoderoso presente? Matar y morir en campos de batallas perdidas de antemano. La democracia no germina en países donde Dios y el César son el mismo en las cabezas de sus gentes.

 

 Pero la sombra de la guerra de Irak es alargada. Tres años después arrastra a gentes de todos los países tras las pancartas del no a esa guerra. Nuestros culturetas son los primeros a la hora de encabezar pancartas y demás simbología de la progresía bien pagada por las subvenciones del Estado. ¿No les importan las muertes de Afganistán? Creo que los ha confundido el señor Zapatero hablando de misiones de paz en la tierra de los talibanes. Deben pensar que los cañones en Afganistán disparan flores.

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Inmaculada y la eutanasia

La muerte de la señora Echevarría reabre el debate, nunca cerrado, de la temible eutanasia. ¿Debemos imponer la voluntad de una persona a la generalidad de personas que se encuentran en situaciones parecidas? Los defensores de la llamada "muerte digna" dirán que ellos sólo piden el desenchufado de los aparatos que los mantienen con vida para sí, pero implícitamente están imponiendo la moda del suicidio suicidado para todos.

Las modas son horribles. Te uniformizan y te suprimen la voluntad, censuran tu yo desde el yo colectivo que te anula. Personalmente nunca encontré una moda que me gustara, mucho menos me gusta si no puedo modificar el vestido a mi antojo. Y el vestido de la eutanasia no tiene modificación posible. Cuando se apruebe la ley, se empezaran a pasear por los centros hospitalarios los doctores Muerte mirándote la caducidad por fecha de DNI o por enfermedad cara para la Seguridad Social, con el beneplácito de una sociedad emborrachada de amor a la belleza física y a la salud plena. No nos atrevamos entonces a pedir vida porque a nuestro alrededor los que ahora dicen por lo bajini "más vale que Dios te lleve" te lo dirán con altavoz. No haces falta. Eres una carga para tu familia y para el Estado. Ellos te lo dirán mientras no se sientan cargas sino cargadores del fardo.

No voy a decir que yo sea mejor que los que defienden al verdugo llamado eutanasia. No lo soy. Simplemente me diferencio de ellos en que yo pido más Estado para lo necesario: sanidad, educación, y demás servicios sociales en los que hay un claro fallo de mercado. Todos somos cargas y cargadores del prójimo como pagadores de impuestos o como familia obligada a cargar con lo que Dios envía.

Detrás de las Inmaculadas que piden a gritos que las desconecten del tubo de la vida se esconde la falta de medios para plantarle cara a la fatalidad. La sociedad ha cambiado, la familia ha cambiado y no nos queremos dar cuenta. Han aprobado una ley de Dependencia que no va a valer para casi nada. Se necesitan residencias para atender a personas dependientes. Y va siendo hora de que, además de obligar al Gobierno de turno a dirigir los dineros hacía la creación de una amplia red de residencias públicas, nos cambiemos el chip. ¿Qué es eso de que "como en casa en ningún sitio"? ¿Y quién está en casa para atender enfermos? ¿Con qué dinero se atienden? ¿Tienes derecho a exijirle a tus hijos cuidados eternos? No, tenemos derecho a exijirselos al Estado. El mismo derecho que ejercen los líderes religiosos y políticos que se enchufan a la vida y que, mira por donde, no piden esa "muerte digna" que nos quieren regalar con una eutanasia desde las altas esferas.

Mucha manifestación, poco discurso

La manifestación del PP ha sido exitosa, pero no se puede decir lo mismo del discurso del señor Rajoy.

Don Mariano amansó a las masas con un discurso que evitaba aplausos y soltaba palabras dulces sin ambición. Se supone que este hombre aspira a llegar a la Móncloa en las próximas elecciones generales. Oyendolo el pasado sábado, parecía que oías a un aspirante derrotado por la maldición del imposible.

Un año escaso le queda al señor Rajoy para animarse y levantar el tono con más contundencia. Con el tono del discurso de la manifestación no se ganan las elecciones. Se pierden.

El público quiere escuchar a un líder ilusionado con el futuro, no derrotado por la escalada al poder que se le antoja imposible. Don Mariano ni una sola vez dijo ante sus simpatizantes lo que haría él en primera persona cuando llegara a la Móncloa; se limitó a decir lo que hace mal el Gobierno. Apuraba el discurso cada vez que escuchaba un "Zapatero dimisión", se le veía prisa por mandar al personal a casa y, lo mando diciendo que contaran lo que habían visto allí. Me recordó a Cristo (perdonen el pecado). Yo no estaba en la manifestación, pero sólo pensar que si estuviera, tenía que llegar a mi casa diciendo que había visto muchas banderas, muchos gritos contra ZP, muchos ojos emocionados cuando sonaban las notas del himno nacional,... me sabía a poco aún siendo muchísimo. No había resultado, es decir, líder. Don Mariano, en vez de ilusionar a su mercado de votos objetivo, le decía "silencio, seamos buenos" con aquel tono de misa de las doce que le debió costar sus buenas horas de ensayo ante el espejo.

En resumen, la manifestación del PP quedó en mucha manifestación, poco discurso y, en consecuencia, líder decepcionante.

ZP: Presidente feminista

 Las mujeres españolas estamos de enhorabuena: tenemos un Presidente feminista. Así se ha declarado el señor Zapatero. Yo quiero creer en su feminismo. Tiene medio Gabinete femenino, de cuota pero femenino. Doña Sonsoles todavía no ha salido en las revistas del cuore quejándose del marido; supongo que colabora en las tareas domésticas cuando el servicio se les pone de huelga.

 

 Empiezo a convencerme del feminismo del Presidente. Por una vez en su legislatura parece haber dicho una verdad. Yo quiero creer esa verdad zapateril, pero no puedo creerla cuando leo en la prensa los reportajes sobre el Día de la mujer trabajadora: trabajos precarios, salarios menores que los que cobran los hombres, poca presencia en puestos de mando, difícil conciliación del trabajo con la familia, violencia doméstica,...

 

 El feminismo de ZP es de puertas hacia dentro. En la sociedad española no se plasma.

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La primera manifestación del PP

Finalmente el PP ha encontrado un motivo (la excarcelación del terrorista De Juana) para convocar una manifestación contra el Gobierno de ZP. Estaban los populares directivos en un sí pero no. Se sumaron a todas las manifestaciones convocadas por la AVT, pero no se decidían a asir la pancarta en primera persona.

Parece que han superado su miedo escénico a lo que pueda ocurrir en la escena callejera. ¿Banderas no constitucionales? ¿Algún falangista colado entre la peña del PP? ¿Pancartas caseras que los hagan quedar mal en las televisiones prosocialistas?... ¿Y qué? Chalados se cuelan hasta en los partidos de fútbol desaguisando la fiesta. Es lo que no me gusta a mí de los colectivos reunidos: las individualidades disonantes pecando en lo delictivo que te hace quedar mal y huir despavorida.

Pero el temor a los comportamientos no correctos no debe impedir convocar una manifestación ni al PP ni a nadie. Hace bien don Mariano en ponerse al frente de la pancarta antiZP sin complejos aunque sea tarde. No sé si demasiado tarde.

Don Mariano debería haberse echado a la calle cuando el señor Zapatero inició la reforma constitucional vía Estatutos. No lo hizo. Se fue subiendo a la moda del nuevo Estatuto, en las Comunidades Autónomas que gobierna el PP y hasta en las que no gobierna. En Cataluña no al Estatut, fuera sí a las fotocopias.

Ahora convoca el señor Rajoy una manifestación por el caso De Juana. ¿Qué quieren que les diga? Me sabe a tarde.

La compasión de ZP con De Juana

El señor Zapatero ha demostrado ser un hombre compasivo decretando una prisión de hospital en el País Vasco y dulce hogar para el señor De Juana. Me pregunto si el ex huelguista de hambre sería tan compasivo con ZP. Creo que no. Le traería sin cuidado que ZP se alimentara o se declarara en ayuno extremo. La salud y la vida del Presidente le importarían lo mismo que le importaron en su día las vidas de las veinticinco personas que asesinó: nada.

En cambio, el señor Zapatero le permitió una novia amorosa en la habitación del hospital y lo puso en cuasilibertad tan pronto estuvo en su mano hacerlo. El Estado no le importó a ZP. Le importó la vida del señor De Juana, un individuo con condena cumplida por asesinato (ocho meses por cada asesinado) y condena sin cumplir por amenazas.

Por primera vez un Presidente del Gobierno de España cede al chantaje de un preso. ¿Por razones humanitarias? ¿Va a aplicar las mismas razones a otros reclusos no terroristas? ¿Qué haría ZP con los implicados en la operación Malaya si se pusieran en huelga de hambre? ¿Ceder a sus ansías de libertad fuera de las rejas carcelarias?

Seguro que el señor Zapatero no contempla un chantaje masivo de presos. Yo tampoco lo espero. Pero no me sorprendería un nuevo chantaje del señor De Juana. Los chantajistas nunca curan su vicio de pedir, sobre todo cuando el que puede dar se arrodilla.

La agresión a Juande

Los directivos de los clubes de fútbol deberían medir sus palabras, dar ejemplo. Lamentablemente no es cosa que se les pase por sus cabezas. Ellos quieren goles y dinero. Quieren las gradas animadas; no importa quien anime; no importa tampoco las banderas que exhiban ni los símbolos que se pinten en las camisetas los cuatro de siempre que son sólo cuatro pero llegan para acabar con la vida de una persona de un botellazo, como casi ocurre ayer miércoles en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey entre el Betis y el Sevilla.

La imagen del técnico del Sevilla inconsciente en la camilla que sale hoy en todos los periódicos, debería hacernos reflexionar e inducir a las autoridades competentes en la materia a tomar las medidas oportunas. Esos insultos entre directivos de uno y otro equipo hay que cortarlos de raíz. ¿Cómo? Tocándoles la cartera con la correspondiente sanción por fomento de la violencia.