Un camino directo al triunfo es el escándalo. Se trata de dar la nota en una sociedad casi curada de espantos. Triunfa el que destaca, y suele destacar sobre la multitud anónima el que tiene la "suerte" de sufrir censura en un país democrático.
Es el caso del cartel de la película "Diario de una ninfómana". El publicista sólo necesitó colar la mano de la actriz en la minúscula braguita para que la Compañía de autobuses de Madrid lo vetara y Telemadrid y la Cope se sumaran al veto. De este modo, una película que iba a pasar por la gran pantalla sin pena ni gloria, incrementará su taquilla.
Tomemos nota. Ése es el camino. Sólo necesitamos inspiración, un escándalo original para alcanzar el triunfo. Y mucha suerte para mantenernos en la ola del éxito.
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