Cataluña anda a la deriva de la mano del señor Puigdemont. Están entre la DIU sí, la DIU así. Es un quiero y no me acabo de atrever que los lleva al paraíso de la nada, a un paraíso sin empresas, sin pelas, sin euros de la Unión Europea. Yo casi me estoy enamorando de su DIU porque una se imagina a estos catalanes tan avaros por fama en el Paleolítico y le vienen ganas de irse a su país de cuevas y osos despellejados para hacerse abrigos a medida.
En el fondo los entiendo. Cuando te enamoras nada te importa el dinero. Tú vives esos besos, esas caricias, esos coitos y el dinero pasa al olvido. No tienes tiempo para ir de compras, para pensar en una casa mejor, para desear un coche nuevo. Sólo tienes tiempo para las noches de cama y sexo y para los días de alucinaciones reales mientras miras a tu amorcito a los ojos y le tomas la mano entre las tuyas.
Por eso están vendiendo su DIU muy bien entre los catalanes soñadores. La gente quiere amor, no esas leyes serias que incluyen el artículo 155 de la Constitución española. Es mejor vivir enamorados. Los catalanes han cambiado su amor a la pela por su amor a la DIU, al sueño de patria pirata que le ha dado al señor Puigdemont. Estoy segura que no les importará perder puestos de trabajo en la Cataluña libre por culpa de las empresas que huyen del territorio comanche. Los españoles de la España cruel, en cambio, piensan que Cataluña representa el 18% del PIB español y que lo que pasé allí afecta al resto del territorio nacional. Estamos temiendo pagar la fiesta de la DIU que se darán los seguidores de Puigdemont y cuadrilla haciendo su guerra civil catalana con la que destruirán una economía que ha costado mucho crear. Les costará muchísimo recuperar la confianza para que sus empresas vuelvan, pero no están en eso; están soñando con un Estado pirata. Los enamorados siempre fueron irracionales.
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http://tiendacoruna.blogspot.com/
En el fondo los entiendo. Cuando te enamoras nada te importa el dinero. Tú vives esos besos, esas caricias, esos coitos y el dinero pasa al olvido. No tienes tiempo para ir de compras, para pensar en una casa mejor, para desear un coche nuevo. Sólo tienes tiempo para las noches de cama y sexo y para los días de alucinaciones reales mientras miras a tu amorcito a los ojos y le tomas la mano entre las tuyas.
Por eso están vendiendo su DIU muy bien entre los catalanes soñadores. La gente quiere amor, no esas leyes serias que incluyen el artículo 155 de la Constitución española. Es mejor vivir enamorados. Los catalanes han cambiado su amor a la pela por su amor a la DIU, al sueño de patria pirata que le ha dado al señor Puigdemont. Estoy segura que no les importará perder puestos de trabajo en la Cataluña libre por culpa de las empresas que huyen del territorio comanche. Los españoles de la España cruel, en cambio, piensan que Cataluña representa el 18% del PIB español y que lo que pasé allí afecta al resto del territorio nacional. Estamos temiendo pagar la fiesta de la DIU que se darán los seguidores de Puigdemont y cuadrilla haciendo su guerra civil catalana con la que destruirán una economía que ha costado mucho crear. Les costará muchísimo recuperar la confianza para que sus empresas vuelvan, pero no están en eso; están soñando con un Estado pirata. Los enamorados siempre fueron irracionales.
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