Las manifestaciones de mujeres recorrieron las ciudades españolas para reivindicar el feminismo. hacía falta. También hace falta que el feminismo por el que se lucha en la calle se imponga en las casas, de puertas para adentro.
En los hogares no triunfa el feminismo. Siguen mandando los hombres con y sin violencias de género. Lo mismo sucede en las empresas. Los hombres se abren camino en el éxito, en el dinero, en los cargos directivos. Las mujeres nos conformamos con los papeles secundarios de la vida, con ese papel fundamental, pero brillante, que no es el de primera sino segunda detrás del hombre. Los laureles siguen siendo, mayoritariamente, para el varón.
El feminismo brilló en las manifestaciones en toda su pluralidad: mujeres de todas las edades, mujeres de distintas ideologías, mujeres de gran variedad de razas. Simplemente mujeres. La importancia del género femenino quedó patente en parlamentos autonómicos como el Parlamento gallego, donde no había quorum en las comisiones. La huelga de mujeres se hizo notar. Las parlamentarias del PP estaban en huelga. Una buena noticia. Espero que el señor Casado vaya feminizándose también.
Ahora hay que seguir. Yo más que seguir estoy. Siempre estuve. Soy una mujer ultrafeminista. Lo aprendí de una mujer a la que siempre recuerdo: mi madre.
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