A los maristas de Chile le vuelven a salir a la luz sus casos de pederastia. Casos prescritos, claro, porque a los curas siempre le salen los delitos a la luz cuando la lay de los Estados ya no puede llevarlos al banquillo.
Ahora, cuando les va a llegar el Papa Francisco de visita, intentan hacer algo los altos cargos de la orden marista. Los trapos sucios no se pueden lavar en casa en estos tiempos. ¿Se lavarán a la luz pública? En Barcelona sólo el profesor de educación física de un colegio marista se sentará en el banquillo de los acusados. Veremos los que se sientan en el banquillo en Chile. La prescripción de estos delitos de pederastia empieza a contar a partir de la mayoría de edad de la víctima. ¿Deberían ser imprescriptibles? Sería lo justo. Hay países como Argentina que han legislado la no prescripción de estos delitos.
Hablando de prescripciones hay que reconocer que la Iglesia tiene un plazo de prescripción más amplio que muchas legislaciones estatales, pero, hasta ahora, el plazo de prescripción más amplio que contempla el derecho eclesiástico no ha servido para combatir la pederastia de las sotanas. La curia prefiere mirar hacia otro lado. Ellos y su Papa Francisco sabrán por qué.
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www.elperiodico.com Los responsables de la provincia de la orden religiosa donde se formaron cuatro de los acusados emiten un comunicado de condena |