La venta a plazos es el futuro. Gracias a la venta a plazos se irá recuperando el consumo en este país, habrá algo de trabajo e iremos saliendo adelante. En un contexto de caída de la renta disponible y menor seguridad en el futuro, el consumidor medio prefiere ir pagando poco a poco los bienes de consumo que adquiere para así retener liquidez en su bolsillo, si la tiene, o poder ir comprando ese lavavajillas que necesita cuando el pago al contado es imposible.
El incremento de la financiación de bienes de consumo se manifiesta hasta en la compra de prendas de ropa caras. Las marcas siguen siendo importantes para nosotros. La crisis económica no nos ha hecho perder el gusto por un trapito de marca.
Los bancos ya se ponen las pilas. Venían de una caída del crédito al consumo durante la pandemia. El saldo vivo se había reducido un 1,9% anual en abril según la Asociación Española de Banca. Ahora, en la nueva normalidad, los bancos intentan impulsar su negocio de crédito al consumo. Financian la venta de automóviles, smartphones, televisores, electrodomésticos. Se centran en la financiación de productos cuyos importes supera los mil euros.
Vamos, pues, hacia una economía de cuotas, de modelos de suscripción, de renting. Vamos hacia una economía de pagos a crédito, de endeudamiento de las economías domésticas porque consumir es posible cuando los bancos nos prestan el dinero. Ya iremos pagando igual que están pagando los compradores de los 15.000 coches que vendió el año 2019 Caixabank.
María Rey
Economista
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