Lo que necesitas no es amor, es un político en televisión para amenizar la cena familiar. Un político entrevistado por ciudadanos da para mucha risa. Lo descubres humano y hasta infantil.
No se puede calificar de otro modo la pataleta de don Josep Lluís por un José Luís que le atizó un ciudadano. El hombre, a su edad, se volvió niño. Recordaba al chiquillo que tras dos días de escuela se siente mayor y exige ser llamado por el nombre escrito en el Registro Civil. Nada de nombres de andar por casa.
El señor Carod-Rovira tampoco quiere nombres de andar por Madrid. Que tengan cuidado los taxistas madrileños; este buen nacionalista catalán es capaz de no abonarles la carrera si le llaman José Luis.
El presidente Zapatero debe pronunciar muy bien Josep Lluís. No sabemos si habla catalán en la intimidad como el señor Aznar, pero seguro que sabe pronunciar el nombre del socio separatista como si fuera un catalán nacido en el Ampurdán. El señor Carod-Rovira no admitiría tratos, y menos pactos, con un amigo leonés que no supiera pronunciar su nombre en catalán.
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